El matrimonio del bien y la verdad puede ser pensado como la unión entre nuestro deseo de bien y nuestra comprensión de cómo ser bueno. Esta relación no es estática sino dinámica; el bien nos lleva a buscar la verdad, y las verdades se mantienen independientes de nuestros cambios de estado, de modo que podemos medirnos con ellas y decidir aplicarlas en nuestras propias vidas como si fueran buenas. Este proceso es la base de la regeneración humana.
Desde la infancia, todos estamos comprometidos en una lucha entre nuestros corazones y nuestras mentes, entre las cosas relativamente egoístas que queremos y las cosas más nobles que sabemos que son correctas. Cuanto más hagamos lo que sabemos que es correcto, más el Señor podrá lentamente empezar a cambiar nuestros corazones, quitando el egoísmo poco a poco para que el verdadero amor pueda llegar. Este es un proceso de toda la vida, pero en última instancia podemos llegar a un estado en el que nos encanta hacer lo correcto, y nuestros corazones y mentes pueden "casarse" para que puedan trabajar como un todo unido.
Todo en la creación es una forma de este matrimonio. En la sociedad humana, se puede encontrar de muchas maneras. Puede existir dentro de cada persona individualmente. Puede existir entre un marido y una mujer, ya que las mujeres tienen dones para recibir el deseo del bien y los hombres tienen dones para recibir la comprensión de la verdad. Puede ser forjado por un grupo de personas como una iglesia. Y existe entre el Señor como novio y la iglesia como novia.
Cuando la Biblia habla de matrimonio, casamiento y bodas, también está hablando en un nivel más profundo sobre el matrimonio espiritual de bien y verdad.
(რეკომენდაციები: Arcana Coelestia 2466; Sobre el Amor Conyugal y Sobre el Amor Inmoral 44 [6])