75. En virtud de toda mi experiencia, que ahora es de varios años, puedo manifestar y asegurar que los ángeles, en cuanto a su forma, son completa y enteramente hombres; que tienen rostros, ojos, oídos, pechos, brazos, manos, pies, que se ven unos a otros, se oyen y hablan entre sí; en una palabra, que absolutamente nada les falta de lo que pertenece al hombre, excepción hecha de que no se hallan revestidos de un cuerpo material. Los he visto en su propia luz la cual excede en muchos grados a la luz del mediodía del mundo, y en ella todas las facciones de sus rostros más clara y distintamente que se ven los rostros de los hombres en la tierra. Me ha sido permitido ver también un ángel del más íntimo de los cielos; tenía un rostro más resplandeciente y fulgurante que los ángeles de los cielos inferiores; le examiné atentamente y tenía forma humana en toda su perfección.