604. En cuanto a la nueva voluntad del hombre regenerado se halla ésta encima de la antigua, en la región espiritual, como asimismo el nuevo entendimiento, el cual está unido con la voluntad y la voluntad con él; porque en esta región superior se unen mutuamente y juntos miran abajo a la antigua voluntad o sea la natural, disponiendo todo cuanto hay en ella, haciéndolo entrar en concierto y armonía consigo. Fácilmente se comprende que sí no hubiera en la mente humana más que una sola región, en la cual por consiguiente se hallarían mezclados los males y los bienes, las falsedades y las verdades, resultaría entre ellos un conflicto como el que se verificaría en un corral si se hallasen encerrados en él lobos y corderos, tigres y becerros, gavilanes y palomos. Los animales fieras y rapaces harían un masacro cruel de los animales mansos é inofensivos que serían desgarrados y devorados por ellos. Por eso ha dispuesto la Divina Providencia que la unión de los bienes con sus verdades se verifique en la región superior, a fin de que puedan morar en seguridad, rechazar los asaltos, y por varios medios luego subyugar y dispersar los males y sus falsedades. Esto es lo que queremos decir, cuando en el artículo precedente decimos que el Señor desde el cielo del hombre dispone las cosas, que son de su mundo, porque la región superior o espiritual del hombre es un cielo en miniatura, mientras que la inferior o natural, es un mundo en miniatura, y el hombre es por consiguiente un pequeño mundo (microcosmos), como le llamaban los ancianos, pudiendo asimismo llamarse un pequeño cielo.