1072. Que ‘embriagado’ significa que cayó en el error se ve por el significado de 'borracho' en la Palabra. Se llama 'borrachos' a los que no creen en nada más que en lo que entienden, y por eso investigan los misterios de la fe. Puesto que lo hacen a través de los sentidos mediante el conocimiento o la filosofía, siendo el hombre como es, no puede sino caer en el error. El pensamiento del hombre sólo es terrenal, corpóreo y material, porque procede de cosas terrenales, corpóreas y materiales que continuamente se adhieren y en las que se fundan y terminan las ideas de su pensamiento. Por lo tanto, pensar y razonar por ellos con respecto a las cosas divinas es conducirse a sí mismo al error y a la perversión; y es tan imposible adquirir la fe de ahí como 'el camello que pasa por el ojo de una aguja'. El error y la locura que vienen de ahí se llaman, en la Palabra, "embriaguez". En efecto, también las almas o espíritus de la otra vida que razonan sobre las verdades de la fe y contra ellas se vuelven como borrachos y actúan de modo semejante; de éstos hablaremos en la continuación, por la divina misericordia del Señor.
[2] Los espíritus son discernidos claramente si están o no en la fe de la caridad. Los que están en la fe de la caridad no razonan sobre las verdades de la fe, sino que dicen que es así, y también lo confirman por los sentidos, por el conocimiento y por la razón analítica tanto como pueden. Pero en cuanto interviene algo oscuro que no perciben, lo rechazan y nunca admiten que les traiga dudas, diciendo que son muy pocas las cosas que no pueden entender, y por eso pensar que no es verdad porque no lo entienden es una locura. Estos son los de la caridad. Lo contrario, sin embargo, son los que no están en la fe de la caridad; éstos sólo quieren razonar si algo es así, y saber de qué manera es así, diciendo que a menos que puedan saber de qué manera es así, no pueden creer que sea así. Sólo por esto se reconoce inmediatamente que no tienen fe alguna, y es indicio de que no sólo dudan de todo, sino que lo niegan en su corazón; y cuando se les instruye de qué manera es, aun así persisten, y ponen todas las objeciones [scrupulos] contra ello, y nunca se aquietan, aunque fuera en la eternidad. Y los que así persisten acumulan error sobre error. A éstos, o a los tales, se les llama en la Palabra ‘embriagados de bebida fuerte’ como en Isaías:
"Estos yerran por el vino, y por la bebida fuerte se extravían; el sacerdote y el profeta yerran por la bebida fuerte, se absorben en el vino; yerran por la bebida fuerte, se extravían en la visión; todas las mesas están llenas de vómito y de inmundicia. ¿A quién enseñará la ciencia, y a quién hará entender la enseñanza? A los destetados de la leche, a los arrebatados de los pechos" (Isaías 28:7-9);
Que tales personas se entienden aquí es evidente.
Lo mismo:
"¿Cómo decís al Faraón: 'Hijo de los sabios soy yo, hijo de los reyes de antaño? ¿Dónde (están) ahora tus sabios? y que los nombren, te lo ruego. Jehovah ha mezclado en medio de ella un espíritu de perversidad, y han hecho errar a Egipto en toda su obra, como yerra el borracho en su vómito" (Isaías 19:11-12, 14);
"el ebrio representa a los que, mediante el conocimiento, desean investigar las cosas espirituales y celestiales; "Egipto" significa conocimiento, por lo que también se le llama "el hijo de los sabios".
En Jeremías:
"Bebed, y embriagaos; vomitad, y caed, y no os levantaréis" (Jeremías 25:27),
En lugar de la falsedad.
[4] En David:
"Se vuelven y tambalean como un borracho, y toda su sabiduría es absorbida" (Salmos 107:27);
En Isaías:
"¡Venid! Tomaré vino, y nos embriagaremos con bebida fuerte; y habrá, mañana como hoy, gran abundancia" (Isaías 56:12),
Dicho de aquellos que están en contra de las verdades de la fe.
En Jeremías:
"Todo odre se llenará de vino; todos los habitantes de Jerusalén, de embriaguez" (Jeremías 13:12-13);
'Vino' en lugar de fe, 'embriaguez' en lugar de errores.
En Joel:
"¡Despertad, borrachos, y llorad! Y gemid, todos los que bebéis vino, a causa del jugo, porque ha sido cortado de vuestra boca. Porque una nación se levanta sobre mi tierra; pone mi vid en desolación" (Joel 1:5-7);
Allí se trata de la iglesia devastada en cuanto a las verdades de la fe.
En Juan:
"Babilonia, del vino de la ira de la escortación dio a beber a todas las naciones; se embriagaron con el vino de su escortación todos los que moran en la tierra" (Apocalipsis 14:8, 10; 16:19; 17:2; 18:3; 19:15);
El "vino de la escortación" sustituye a las verdades adulteradas de la fe, a las que se atribuye la "embriaguez". Del mismo modo, en Jeremías:
"Una copa de oro (fue) Babel en la mano de Jehovah, embriagando toda la tierra; del vino de ella bebieron las naciones, por eso las naciones enloquecieron" (Jeremías 51:7).
[5] Como la "embriaguez" significaba las locuras relativas a las verdades de la fe, también se convirtió en representativa y fue prohibida a Aarón y a sus hijos así:
"Aarón y sus hijos no beberán vino ni bebida fuerte cuando entren en el tabernáculo, para que no mueran, para discernir entre lo santo y lo profano, lo inmundo y lo limpio" (Levítico 10:8-9).
Aquellos que creen sólo lo que entienden por cosas sensuales y conocimiento también son llamados héroes para beber en Isaías:
"¡Ay de los sabios ante sus propios ojos y de los inteligentes ante sus rostros! Ay de los héroes para beber vino, y de los hombres fuertes para mezclar bebidas fuertes!" (Isaías 5:21-22);
Se les llama 'sabios a sus propios ojos e inteligentes delante de sus rostros' porque los que razonan en contra de las verdades de la fe piensan que saben más que los demás.
[6] Pero los que no se preocupan por la Palabra ni por las verdades de la fe, y por eso no quieren saber nada de la fe, y por eso niegan sus principios, son llamados en Isaías 'borrachos sin vino':
"Borrachos estáis, pero no de vino; mareados estáis, pero no de bebida fuerte; porque Jehovah ha derramado sobre vosotros un espíritu de torpeza, y ha entorpecido vuestros ojos" (Isaías 29:9-10).
Que son así se ve por lo que precede y lo que sigue en el profeta. Estos borrachos se creen más despiertos que los demás, pero están sumidos en un gran letargo. Que la Iglesia Antigua era al principio como se describe en este versículo, especialmente aquellos que eran de la raza de la Iglesia Antiquísima, puede verse por lo que se ha dicho antes en el 788.
