567. Hay dos orígenes de calor, uno del sol del cielo, que es el Señor, otro del sol del mundo. El calor que viene del sol del cielo o sea del Señor, es un calor espiritual que en su esencia es amor (véase arriba (n.126-140) pero el calor del sol del mundo es un calor natural, que en su esencia no es amor, sino que sirve al calor espiritual; o sea al amor de receptáculo. Que el amor en efecto es calor puede ser claro por el enardecimiento del ánimo y del cuerpo a causa del amor, con arreglo a su grado y a su calidad, y esto en el hombre en invierno y en verano sin diferencia; también puede verse por el calor de la sangre. Que el calor natural que viene del sol del mundo sirve al calor espiritual de receptáculo es claro por el calor del cuerpo, que se despierta por el calor de su espíritu y mantiene este, particularmente por el calor de primavera y verano en toda clase de animales, los cuales entonces vuelven a sus amores; no que este calor produce este efecto, sino que adapta sus cuerpos al recibimiento del calor que desde el mundo espiritual influye también en ellos; porque el mundo espiritual influye en el natural como la causa en su efecto. El que cree que el calor natural causa estos amores se engaña mucho; porque existe un influjo del mundo espiritual en el mundo natural, y no un influjo del mundo natural en el espiritual, y todo amor es espiritual puesto que pertenece a la vida misma. Asimismo se engaña quien cree que cosa alguna nace en el mundo natural sin el influjo del mundo espiritual, porque lo natural ni nace ni subsiste sino por virtud de lo espiritual. También, los objetos en el reino vegetal derivan de allí su virtud germinal; el calor natural que existe en la primavera y en el verano no hace más que disponer las semillas en sus formas naturales, hinchándolas y abriéndolas, a fin de que el influjo del mundo espiritual pueda allí obrar como causa. Esto queda dicho a fin de que se sepa que hay dos (clases) de calor, es decir espiritual y natural, y que el amor espiritual viene del sol del cielo y el calor natural viene del sol del mundo, que el influjo y luego la cooperación producen los efectos que se presentan ante la vista en el mundo.