Крок 210.

Дослідження

     

Proverbios 17

1 MEJOR es un bocado seco, y en paz, Que la casa de contienda llena de víctimas.

2 El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y entre los hermanos partirá la herencia.

3 El crisol para la plata, y la hornaza para el oro: Mas Jehová prueba los corazones.

4 El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso escucha á la lengua detractora.

5 El que escarnece al pobre, afrenta á su Hacedor: Y el que se alegra en la calamidad, no quedará sin castigo.

6 Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres.

7 No conviene al necio la altilocuencia: ­Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!

8 Piedra preciosa es el cohecho en ojos de sus dueños: A donde quiera que se vuelve, da prosperidad.

9 El que cubre la prevaricación, busca amistad: Mas el que reitera la palabra, aparta al amigo.

10 Aprovecha la reprensión en el entendido, Más que si cien veces hiriese en el necio.

11 El rebelde no busca sino mal; Y mensajero cruel será contra él enviado.

12 Mejor es se encuentre un hombre con una osa á la cual han robado sus cachorros, Que con un fatuo en su necedad.

13 El que da mal por bien, No se apartará el mal de su casa.

14 El que comienza la pendencia es como quien suelta las aguas: Deja pues la porfía, antes que se enmarañe.

15 El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos á dos son abominación á Jehová.

16 ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, No teniendo entendimiento?

17 En todo tiempo ama el amigo; Y el hermano para la angustia es nacido.

18 El hombre falto de entendimiento toca la mano, Fiando á otro delante de su amigo.

19 La prevaricación ama el que ama pleito; Y el que alza su portada, quebrantamiento busca.

20 El perverso de corazón nunca hallará bien: Y el que revuelve con su lengua, caerá en mal.

21 El que engendra al necio, para su tristeza lo engendra: Y el padre del fatuo no se alegrará.

22 El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos.

23 El impío toma dádiva del seno Para pervertir las sendas del derecho.

24 En el rostro del entendido aparece la sabiduría: Mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.

25 El hijo necio es enojo á su padre, Y amargura á la que lo engendró.

26 Ciertamente no es bueno condenar al justo, Ni herir á los príncipes que hacen lo recto.

27 Detiene sus dichos el que tiene sabiduría: De prudente espíritu es el hombre entendido.

28 Aun el necio cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es entendido.

Proverbios 18

1 SEGUN su antojo busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio.

2 No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en lo que su corazón se descubre.

3 Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, Y con el deshonrador la afrenta.

4 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo revertiente, la fuente de la sabiduría.

5 Tener respeto á la persona del impío, Para hacer caer al justo de su derecho, no es bueno.

6 Los labios del necio vienen con pleito; Y su boca á cuestiones llama.

7 La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.

8 Las palabras del chismoso parecen blandas, Y descienden hasta lo íntimo del vientre.

9 También el que es negligente en su obra Es hermano del hombre disipador.

10 Torre fuerte es el nombre de Jehová: A él correrá el justo, y será levantado.

11 Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza, Y como un muro alto en su imaginación.

12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.

13 El que responde palabra antes de oir, Le es fatuidad y oprobio.

14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad: Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?

15 El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia.

16 El presente del hombre le ensancha el camino, Y le lleva delante de los grandes.

17 El primero en su propia causa parece justo; Y su adversario viene, y le sondea.

18 La suerte pone fin á los pleitos, Y desparte los fuertes.

19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte: Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.

20 Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios.

21 La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.

22 El que halló esposa halló el bien, Y alcanzó la benevolencia de Jehová.

23 El pobre habla con ruegos; Mas el rico responde durezas.

24 El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano.

Proverbios 19

1 MEJOR es el pobre que camina en su sencillez, Que el de perversos labios y fatuo.

2 El alma sin ciencia no es buena; Y el presuroso de pies peca.

3 La insensatez del hombre tuerce su camino; Y contra Jehová se aira su corazón.

4 Las riquezas allegan muchos amigos: Mas el pobre, de su amigo es apartado.

5 El testigo falso no quedará sin castigo; Y el que habla mentiras no escapará.

6 Muchos rogarán al príncipe: Mas cada uno es amigo del hombre que da.

7 Todos los hermanos del pobre le aborrecen: ­Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la palabra y no la hallará.

8 El que posee entendimiento, ama su alma: El que guarda la inteligencia, hallará el bien.

9 El testigo falso no quedará sin castigo; Y el que habla mentiras, perecerá.

10 No conviene al necio el deleite: ­Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!

11 La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa.

12 Como el bramido del cachorro de león es la ira del rey; Y su favor como el rocío sobre la hierba.

13 Dolor es para su padre el hijo necio; Y gotera continua las contiendas de la mujer.

14 La casa y las riquezas herencia son de los padres: Mas de Jehová la mujer prudente.

15 La pereza hace caer en sueño; Y el alma negligente hambreará.

16 El que guarda el mandamiento, guarda su alma: Mas el que menospreciare sus caminos, morirá.

17 A Jehová empresta el que da al pobre, Y él le dará su paga.

18 Castiga á tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se excite tu alma para destruirlo.

19 El de grande ira llevará la pena: Y si usa de violencias, añadirá nuevos males.

20 Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.

21 Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá.

22 Contentamiento es á los hombres hacer misericordia: Pero mejor es el pobre que el mentiroso.

23 El temor de Jehová es para vida; Y con él vivirá el hombre, lleno de reposo; No será visitado de mal.

24 El perezoso esconde su mano en el seno: Aun á su boca no la llevará.

25 Hiere al escarnecedor, y el simple se hará avisado; Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.

26 El que roba á su padre y ahuyenta á su madre, Hijo es avergonzador y deshonrador.

27 Cesa, hijo mío, de oir la enseñanza Que induce á divagar de las razones de sabiduría.

28 El testigo perverso se burlará del juicio; Y la boca de los impíos encubrirá la iniquidad.

29 Aparejados están juicios para los escarnecedores, Y azotes para los cuerpos de los insensatos.

Proverbios 20

1 EL vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; Y cualquiera que por ello errare, no será sabio.

2 Como bramido de cachorro de león es el terror del rey: El que lo hace enfurecerse, peca contra su alma.

3 Honra es del hombre dejarse de contienda: Mas todo insensato se envolverá en ella.

4 El perezoso no ara á causa del invierno; Pedirá pues en la siega, y no hallará.

5 Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre: Mas el hombre entendido lo alcanzará.

6 Muchos hombres publican cada uno su liberalidad: Mas hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

7 El justo que camina en su integridad, Bienaventurados serán sus hijos después de él.

8 El rey que se sienta en el trono de juicio, Con su mirar disipa todo mal.

9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?

10 Doble pesa y doble medida, Abominación son á Jehová ambas cosas.

11 Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su obra fuere limpia y recta.

12 El oído que oye, y el ojo que ve, Ambas cosas ha igualmente hecho Jehová.

13 No ames el sueño, porque no te empobrezcas; Abre tus ojos, y te hartarás de pan.

14 El que compra dice: Malo es, malo es: Mas en apartándose, se alaba.

15 Hay oro y multitud de piedras preciosas: Mas los labios sabios son vaso precioso.

16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño; Y tómale prenda al que fía la extraña.

17 Sabroso es al hombre el pan de mentira; Mas después su boca será llena de cascajo.

18 Los pensamientos con el consejo se ordenan: Y con industria se hace la guerra.

19 El que descubre el secreto, en chismes anda: No te entrometas, pues, con el que lisonjea con sus labios.

20 El que maldice á su padre ó á su madre, Su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.

21 La herencia adquirida de priesa al principio, Aun su postrimería no será bendita.

22 No digas, yo me vengaré; Espera á Jehová, y él te salvará.

23 Abominación son á Jehová las pesas dobles; Y el peso falso no es bueno.

24 De Jehová son los pasos del hombre: ¿Cómo pues entenderá el hombre su camino?

25 Lazo es al hombre el devorar lo santo, Y andar pesquisando después de los votos.

26 El rey sabio esparce los impíos. Y sobre ellos hace tornar la rueda.

27 Candela de Jehová es el alma del hombre, Que escudriña lo secreto del vientre.

28 Misericordia y verdad guardan al rey; Y con clemencia sustenta su trono.

29 La gloria de los jóvenes es su fortaleza, Y la hermosura de los viejos la vejez.

30 Las señales de las heridas son medicina para lo malo: Y las llagas llegan á lo más secreto del vientre.