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Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.
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Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.
За Brian David (машинний переклад на Español)
Según los Escritos, el Señor ha estado expresando su amor por nosotros desde que existimos, variando su forma para adaptarse a nuestra capacidad de recibirlo. Entre los primeros pueblos -en lo que los Escritos llaman la Iglesia más antigua- esto era relativamente directo, con la verdad divina fluyendo a través del cielo hacia las mentes internas de las personas. La gente entonces pensaba en el Señor como un ser humano espiritual, no natural, pero el mundo espiritual era tan real para ellos como lo era el mundo natural.
Pero la gente finalmente se apartó, queriendo usar su propia inteligencia para explorar lo que es verdadero. Así que el Señor se ajustó, llevando a la gente a conocerlo a través de su huella en el mundo natural, viendo la verdad de su amor en todo, desde la alineación de las estrellas hasta las plantas y animales más comunes. Pero de nuevo la gente se apartó, utilizando ese conocimiento para pensar por sí misma y servirse a sí misma.
Así que el Señor se ajustó de nuevo, imprimiendo su amor en las historias y leyes del Antiguo Testamento, en las canciones del salmista y en las visiones de los profetas. La gente se apartó en gran medida, pero si leían estas palabras y seguían estas reglas en sus vidas externas, Él todavía podía fluir en sus interiores. Pero de nuevo la gente lo rechazó, convirtiendo las leyes en cosas totalmente externas y torciendo las profecías para que se adaptaran a sus propios deseos. En ese momento la oscuridad era casi completa, con apenas un atisbo de conocer al Señor para ser encontrado en cualquier lugar.
Así que el Señor se ajustó de nuevo, imprimiendo su amor -la verdad divina- en la carne humana natural con el nacimiento de Jesús. Jesús predicaría el amor y el cuidado que estaban ocultos en el Antiguo Testamento, y pondría las ideas en nuevas formas, que hacían que el amor al Señor y el amor al prójimo fueran primordiales - una vez más una expresión pura del amor del Señor.
Los Escritos también dicen que los cristianos se apartaron en última instancia del verdadero mensaje de Jesús, primero al dividir la idea de Dios en tres personas y después al hacer de la salvación una simple cuestión de creencia -de fe solamente- en lugar de una cuestión de creencia que desemboca en la vida. Y dicen que ellos mismos son una nueva expresión de la verdad divina, restableciendo el significado de la Biblia y los verdaderos mensajes entregados por el Señor durante su vida en el mundo natural.
Es evidente, pues, que la "luz" de la verdad divina ha "brillado en las tinieblas" de la mente humana en repetidas ocasiones. Y repetidamente la gente no la ha comprendido.